"Pero si sale de su burbuja, se va a dar cuenta de esa cruda realidad. ¿en que mundo vive usted Sr Toledo?"
Me cae bien eso de la burbuja, porque implica que no soy de aquellos que ha cedido al influjo gramsciano, es decir la izquierda no me ha "lavado el coco". Y cualquier tema que debatamos acerca de este conglomerado tristemente nos dará la razón.
Nuestro pasado sindical o gremial de 20 años confirma que no es la "práctica" de una clase emancipada y supremacista la que emerge en Chile. Lo que paso el 1º de mayo pasado no es extraño, y ojala que la "capitalización" de esta situación sea bien aprovechada. Y me refiero especialmente a los actores políticos de nuestro país. El trabajador no ideologizado todavía es mejor que aquel que pertenece o simpatiza con la izquierda. Tiene más sensatez y respeto, aunque claramente esto no llega a ser un estigma.
No obstante es imperativo recordar que han existido, que existen y que siempre existirán los llamados "tontos útiles" que nos permiten identificar los torcidos propósitos del izquierdismo.
No olvidemos como se porto Martínez con las autoridades de gobierno, especialmente con la Ministra del Trabajo. Por ello quienes equivocadamente aún se mantienen cerca del izquierdismo, tarde o temprano terminarán lamentándose.
En la actualidad, y tal como se vislumbra el futuro en Chile la mayor dificultad para frenar el trabajo del izquierdismo y su "teoría de la praxis" o gramscianismo se encuentra en el campo mediático e intelectual, ya que es desde allí es desde donde han pervertido y corrompido hasta la saciedad el quehacer político del país.
Y esto debe considerarse cuidadosa y especialmente cuando en nuestra derecha existen sectores que temen un despertar violento de la izquierda.
No debe ser así, los partidos de la Alianza que gobierna. y el gobierno mismo, hoy más que nunca deben desplegarse en todos los terrenos posibles, es imperativo estar en contacto con la ciudadanía. Con sus mejores elementos intelectuales y políticos, articulando eficientes sistemas de información y educación, desarrollando la mística necesaria para hacer notar la diferencia que existe entre una forma de pensar y actuar diferente del izquierdismo.
La izquierda ha explotado hasta la saciedad la sensibilidad de nuestra gente, y con ello han conseguido vetas inagotable para sus empresas que se desenvuelven en lo mediatico , la educación, la judicatura, la política, el sindicalismo y otras tantas que les conocemos, ahora sin el aparato estatal en sus manos, les será más difícil llegar a la gente, no obstante no se saldrán de su derrotero, por lo tanto hay que hacerle frente.
El gobierno debe poner las cosas en orden, pero no se debe ser ingenuo, la izquierda es una amenaza constante, no es una cuestión de haber ganado el gobierno y ya esta todo.
Si bién es cierto que las prácticas corruptas anteriores de la burocracia administrativa deben ser perseguidas y abandonadas, también es más cierto que se debe apuntar a aprovechar todo recurso e instancia para afianzar la democracia y la libre empresa.
Es una carrera contra el tiempo, y de la izquierda ya sabemos que no es una INSÍPIDA, DÉBIL NI PUSILÁNIME OPOSICIÓN, pero tampoco deben ser motivo de temor sus bravatas.
Los errores, carencias,ambiciones del izquierdismo, y aunque sus ideólogos proclamen la cienticidad del colectivismo, están en decadencia y la ciudadanía lo sabe y se dio cuenta que no conducen a nada bueno. Y para los profesionales de la "sociedad emergente", el desafío es grande al no estar en el gobierno y a la vez ser parte de la Institucionalidad de nuestro país, el asunto es no cederles espacios innecesariamente y hablar libremente de esto sin rubores.
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