El asesinato del Honorable Senador señor Jaime Guzmán Errázuriz

El triste asesinato




 Nota: Por razones obvias, el nombre del grupo terrorista sera abreviado como FMR.  y debe tenerse en cuenta lo siguiente. Los sicarios cumplieron órdenes directas del cartel "castrista" con base en Cuba. cuyos agentes encubiertos en Chile no han sido otros que la dirextiva del PC chileno. A través de ellos se mantuvieron abiertos los correos con las ordenes y el financiamiento entregado por los oligarcas de Cuba, los dueños y operadores del "cartel castrista".

 El  alevoso crimen que marcó el comienzo de la decadencia del FMR  comenzó a tejerse a inicios de la década de los noventa, en medio de un acelerado proceso de descomposición de la organización.
Como consecuencia del fuerte golpe recibido en el poblado Los Queñes , el  más duro para los terroristas, el que produjo en octubre de 1988, luego del estreno de la " Guerra Patriótica Nacional", y en que el líder del grupo, Raúl Pellegrín Friedmann, perdió la vida tras la toma del poblado. El  reemplazo al mando del FMR  fue asumido por Sergio Galvarino Apablaza Guerra, "alias Salvador".
 También influyeron en este proceso de descomposición de la banda político-delictiva los reiterados y constantes cuestionamientos acerca de las políticas que se estaban implementando. El FMR inicio en diciembre de 1990 un proceso de "Consulta Nacional" entre sus bases, a fin de poder definir en conjunto las políticas y estrategias a aplicar, considerando no sólo los reveses sufridos, sino también el nuevo escenario político que se estaba viviendo con motivo de la salida de Pinochet del poder y del advenimiento del nuevo régimen "democrático" bajo el mandato de Patricio Aylwin.

 Por entonces, dos sectores al interior del grupo terrorista pugnaban por imponer sus posturas. Por una parte, un sector aglutinado por frentistas históricos sostenía que la Banda terrorista  ya no contaba con apoyo en la base social y que en consecuencia el camino lógico era el de replegarse y tratar de convertirse en un movimiento político, y por otra parte estaban los mandos intermedios y una parte de los "comandantes" que eran partidarios de continuar con la política militar tradicional de la banda delictiva y en consecuencia retomar la fallida "Guerra Patriótica Nacional".

Partidarios de esta última opción eran Juan Gutiérrez Fischmann, alias "el Chele", segundo en la línea de mando y Mauricio Hernández Norambuena, alias "Ramiro", tercero en la jerarquía. Cabe resaltar la fuerte ascendencia que "el Chele" tenía sobre "Ramiro".

En medio de ambas facciones estaba Sergio Galvarino Apablaza, alias "Salvador". Según un terrorista escindido de las filas del FMR, Apablaza seguía siendo el líder máximo de la organización, pero tenía problemas personales y su autoridad estaba severamente mermada por nuevos elementos que habían copado la dirección del aparato. 
Sergio Galvarino Apablaza. alias "Salvador", representaba a los comandantes históricos del FMR, formados como oficiales en las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas (FAR), más disciplinados y jerárquicos que los cuadros que habían asumido posiciones de mando luego del quiebre de 1987. En contraposición, la nueva hornada de delincuentes se sentía mejor representada por hombres como Mauricio Hernández Norambuena, alias  "Ramiro", un terrorista formado en el país y que ingresó al aparato sólo en 1984.

En febrero del año 1991, culminó el proceso de consulta. El balance final arrojó el siguiente resultado: tres jefes terroristas manifestaban su voluntad de replegarse, los dos ya indicados decidieron continuar la línea militar de la Guerra Patriótica Nacional y en un punto intermedio estaba  Sergio Galvarino Apablaza alias "Salvador", cuya posición fue más bien conciliadora o equidistante de ambas.

Debido a la situación de relativa equiparidad en las posiciones y con el objeto de evitar una nueva división al interior de la organización, Apablaza "alias Salvador" decidió redactar un documento final con la postura definitiva de la organización, que sería analizado en un nuevo encuentro convocado al efecto.

Según un ex terrorista,  hubo otro delincuente  miembro de la cúpula del FMR al momento de esta disyuntiva,  que vivió también en Cuba, . Se trataría de Iván Figueroa Araneda, "alias Gregorio", un ex suboficial de la FACH partidario de dejar las armas, por entonces cuarto en la línea de mando. Según esta fuente, en 1995 Figueroa habría sido asesinado por otros  delincuentes frentistas, acusado de ser un traidor.

 Comienzan a maquinar el asesinato.


En marzo de 1991, la cúpula de los sicarios del  Frente Manuel Rodríguez se reunió en un fundo cercano a Osorno, para analizar el documento final de la "Consulta Nacional". De acuerdo con un testigo, el ambiente interno era de total descomposición, cruzado por descalificaciones y sospechas, lo que impedía cualquier intento de diálogo.

Sumado esto a la falta de liderazgo de Sergio Galvarino Apablaza, " alias Salvador", el encuentro no logró resolver los puntos conflictivos.
Sólo unos pocos terroristas de los que se reunieron en esa ocasión sabían que, poco antes, se había echado a andar una acción que interrumpiría todo el debate y que habría sido tomada a espaldas de Apablaza " alias Salvador" y de su más cercano colaborador, Ivan Figueroa Araneda "alias Gregorio". Se trataba de asesinar al Honorable Senador don Jaime Guzmán Errázuriz.

Todos los antecedentes recopilados en el sumario que posteriormente realizaron los Tribunales competentes -más el relato de otros testigos- aseveran que Juan Gutiérrez Fischmann "alias el Chele" y Mauricio Hernández Norambuena "alias Ramiro" ya habían acordado la operación antes de celebrarse el encuentro de Osorno, aunque no debemos presumir que Sergio Galvarino Apablaza "alias Salvador" esta exento de responsabilidades.
El objetivo del crimen era interrumpir el debate interno, mediante una acción que bloqueara cualquier posibilidad de abandono de las actividades terroristas que la banda realizaba mediante ataques de lucha armada.

 Según declaraciones judiciales del ex comisario de Investigaciones Jorge Barraza, su informante, la delincuente terrorista Marie Enmanuelle Verhoeven -la " alias  Ana", sexta en la línea de mando frentista- le informó en 1992 que Juan Gutiérrez Fischmann "alias el Chele", el número tres del FMR, "era el verdadero responsable de la orden de matar al senador, señor Jaime Guzmán, ya que él le ordenó a Mauricio Hernández Norambuena "alias Ramiro" llevar adelante el asesinato.

 Verhoaven
La audaz Enmanuel Verhoaven, que fue secretaria del relator Volio, encargado por la ONU en el asunto de DD.HH., en Chile, y que puso en rídiculo a la administración Frei R-T, asistiendo a una recepción en la embajada de Chile en Francia, y que fue fotografiada en las espaldas del mismo presidente, mientras en el país era requerida por los tribunales.

Verhoeven "alias Ana" es una psicóloga franco-belga que había llegado a Chile procedente de Cuba. Allá conoció a Gutiérrez Fischmann "alias el Chele". Gracias a ello habría podido insertarse en la banda delictiva, y llegar a ocupar cargos en su jefatura.
En ese año la  psicóloga-delincuente se ligó sentimentalmente a Apablaza "alias Salvador" el más carismático líder del grupo delictivo creado por el Partido Comunista chileno. A pesar de su rudeza, se dice que Sergio Galvarino no se pudo contener a la seducción femenina siendo muchas veces obligado a cargar las bolsas del supermercado. 
Marie Enmanuelle Verhoeven, "alias Ana", al convertirse en informante se unió con Barraza, a quien le habría entregado importante información del Frente. 

Existirían grabaciones de Verhoeven "alias Ana", en las que  hace mención a episodios claves del asesinato del  Honorable Senador Guzmán, y que se encontrarían acompañadas al proceso. Asimismo, Barraza habría entregado a la Justicia grabaciones de conversaciones sostenidas por la Verhoeven "alias Ana" en Bélgica, en 1992 y en momentos en que Gutiérrez Fischmann "alias Chele" se encontraba en ese país lavando el dinero obtenido tras el secuestro de Cristian Edwards.
Habría por último, un vídeo filmado por Barraza de una reunión a la que asistieron la pareja de delincuentes "Ana" y  "Salvador" en el restaurante "Tavelli" de Providencia, a la que habrían concurrido dos personas más, cuya identidad se desconoce.

Por entonces, Enrique Villanueva Molina, el "alias Eduardo", era el quinto en la escala de mando y abogaba por convertir al aparato armado en un movimiento político durante la discusión de 1990. Entrevistado posteriormente por la revista Caras en Venezuela, incriminó en  la autoría intelectual de Mauricio Hernández Norambuena " alias Ramiro" y de Juan Gutiérrez Fischmann "alias el Chele" en el deleznable asesinato del senador don Jaime Guzmán Errázuriz.

"Después nos enteramos que había sido ese grupo de Ramiro(Mauricio Hernández Norambuena)", dijo Villanueva "alias Eduardo", quien justificó la cercanía de "el Chele" con ese núcleo, porque "su tradición" era el "combate" (crimen).
Posteriormente Villanueva "alias Eduardo", seguiría los pasos de la Verhoeven  " alias Ana", al convertirse en informante del gobierno, trabajando para la denominada "Oficina".


El  cruel asesinato a sangre fría, del indefenso legislador, que pertenecía al partido Unión Demócrata Independiente lo ejecutaron dos delincuentes del equipo de Mauricio Hernández Norambuena " alias Ramiro",  Raúl Escobar Poblete y Ricardo Palma Salamanca.  
Estos dos jóvenes delincuentes o cuadros terroristas, incorporados a la banda delictiva  en 1987, era una perfecta muestra de que   los terroristas adiestrados en Cuba, habían enseñado y conseguido una buena promoción de sicarios

"Desde marzo de 1991 nos comenzamos a reunir para preparar el atentado", reconoció más tarde Palma Salamanca en una de sus declaraciones a la justicia.


Los  Sangrientos Hechos
El Honorable y respetado Senador, don  Jaime Guzmán Errázuriz, fue  alevosamente ultimado  por dos delincuentes de la banda terrorista del FMR el 1 de abril de 1991 Raúl Escobar Poblete y Ricardo Palma Salamanca, en la entrada principal del campus oriente de la Universidad Católica, ubicado en Avenida Battle y Ordoñez con Regina Pacis, en Nuñoa, minutos después de haber terminado sus clases de Derecho Constitucional.
Senador Jaime Guzmán Errázuriz
A las 18:27 horas de ese día y cuando el Subaru Legacy del desafortunado Senador abandonaba el campus oriente de la Universidad por calle Battle y Ordoñez, en el semáforo que se encuentra al frente de la entrada principal, y aprovechando que el auto del parlamentario estaba detenido por la luz roja, se acercaron dos delincuentes a rostro descubierto,quienes a quemarropa y sin mediar aviso, cobardemente dispararon con armas automáticas  en contra del indefenso  fundador del partido Unión Demócrata Independiente. Los delincuentes dispararon sin descanso en contra el vehículo mientras éste se alejaba.
Raudamente corrieron , haciendo disparos al aire con el fin de espantar cualquier interferencia a la huida,dirigiéndose  hacia calle Regina Pacis con Simón Bolívar donde los esperaba un taxi.

Este vehículo había sido robado en avenida Maraton el 29 de marzo de 1991 y proporcionado para la operación por el delincuente Miguel Angel Peña Moreno, "alias Simón".
El moribundo Senador fue trasladado en el mismo auto por su chofer, Luis Fuentes, hasta la sede del partido Unión Demócrata Independiente, en la calle Suecia, y de ahí al Hospital Militar, donde  lamentablemente falleció cerca de las 21:30.

El vehículo utilizado por los delincuentes, un Opala de color negro, año 1980, patente HN-4808, escapó por calle Simón Bolívar al Oriente y luego por calle Brown Norte al sur, para ser posteriormente abandonado en el sector de Plaza Nuñoa, en la calle Manuel de Salas, frente al numero 65.

 Los hechos según los delincuentes.

¿Cómo ocurrieron los hechos según la posterior declaración del terrorista asesino  Ricardo Palma Salamanca?

El 1 de abril Palma Salamanca se reunió con " alias Emilio" (Raúl Escobar Poblete) el otro asesino, en el lugar prefijado y en él abordaron el citado automóvil, dirigiéndose de inmediato al campus oriente de la UC.
En el trayecto, Palma se caracterizó colocándose un bigote negro ancho. Si bien Emilio también llevaba un bigote, no pudo utilizarlo por falta de pegamento.
En el trayecto, Escobar le comunicó a Palma que para obtener el armamento debería ingresar a una schopería ubicada al frente de la entrada principal del campus oriente. En su interior se encontraría un malechor que tendría como seña una bebida y un chaleco sobre la mesa, quien le proporcionaría el armamento.

Una vez llegado al campus, Palma descendió del auto y se dirigió a la schopería, mientras Escobar estacionaba en Regina Pacis. Al ingresar a la schopería y en una de las mesas del centro se encontraba un forajido solo, de frente a la puerta de ingreso, dando la espalda a la barra con una bebida y un chaleco de color oscuro.
Palma se dirigió hacia él y le dio la contraseña "Hola, cambiemos", a lo que él respondió "Ya, cambiemos".

El delincuente sacó de su cintura un arma que envolvió en un chaleco y luego entregó a Palma. Este a su vez sacó su revólver y se lo entregó al sujeto. Acto seguido, Palma abrió el chaleco dándose cuenta que se trataba de una pistola, guardándola de inmediato en su cintura. El sujeto además entregó a Palma un cargador, que también guardo rápidamente. El asesino Palma le preguntó al malhechor por el estado del arma y la cantidad de munición. El malhechor le respondió que se encontraba en buen estado y que ambos depósitos estaban completos. Acto seguido ambos se despidieron.
Palma, ya con el arma en su poder, salió del local y caminó por Battle y Ordoñez hasta llegar a Regina Pacis, lugar donde se reencontró con Escobar. Palma le comentó que le había ido bien con el arma y Escobar dijo a su vez que no le había sido posible dejar el auto en el lugar planificado y que tuvo que estacionarlo cerca de la calle Holanda.

Los dos asesinos, Palma y Escobar cruzaron la calzada e ingresaron por la puerta principal al recinto del campus. Se dirigieron hacia el interior del edificio y por un pasillo lateral llegaron a una escala que conducía al segundo piso, donde doblaron a la derecha y se encaminaron a las salas de color naranja.

Escobar en el intertanto se dirigió hacia las salas, a fin de saber si el distinguido Senador se encontraba haciendo clases. Palma lo esperó en el pasillo mirando hacia el patio interior de la universidad. A los pocos minutos Escobar regresó y le contó a Palma que el Senador Guzmán efectivamente se encontraba en su interior haciendo clases.

Palma y Escobar libres y confiadamente se dirigieron entonces hacia los baños de las salas azules y en su interior revisaron las armas, percatándose Palma de que se trataba de una pistola Browning, la cual preparó dejando un cartucho en la recámara. Escobar  no revisó su pistola debido a que se trataba de la Taurus que regularmente usaba y que Palma ya había conocido en otras acciones delictivas.

Del baño se dirigieron hacia la sala de profesores donde esperarían la salida del desaparecido Senador. Luego de unos minutos sonó el timbre que señalaba el término de las clases, momento en que se prepararon para esperar al Senador en el pasillo.
Lo vieron pasar y dirigirse hacia la sala de profesores a entregar el libro de clases. Se adelantaron según el plan establecido, bajando algunos peldaños en forma muy lenta esperando que apareciera el Senador, quien no tardó mucho en hacerlo. Antes de que ellos llegaran a uno de los descansos, al no escuchar los pasos, Palma miró hacia atrás, percatándose de que el Senador Guzmán estaba detenido en el segundo peldaño, desde donde los observó durante algunos segundos.

Don Jaime Guzmán  se percató...

Don Jaime Guzmán al parecer se percató de la situación y se volvió hacia la sala de profesores. Entretanto, los dos delincuentes, Palma y Escobar, siguieron bajando y una vez que llegaron al pasillo en el primer piso, y mientras se dirigían a la salida, evaluaron la acción.

Los delincuentes concluyeron que pese a que el Honorable Senador Guzmán se había percatado de su presencia, tendrían una nueva oportunidad en el exterior, siempre y cuando el Senador pasara con su auto por delante del paradero ubicado en la entrada del campus.

Palma y Escobar esperaron mezclados entre la gente del paradero. Al cabo de algunos minutos, apareció el Subaru Legacy del infortunado Senador, el que dobló precisamente por Battle y Ordoñez hacia el paradero. El vehículo se desplazaba a poca velocidad lo que permitió a los asesinos, Palma y Escobar, constatar que en su interior venía el Senador Guzmán al lado de su conductor.

Cuando el vehículo se encontraba casi al frente del paradero, Palma y Escobar desenfundaron sus armas y se adelantaron al resto de la gente del paradero, quedando Palma en diagonal al vehículo y Escobar separado un metro más hacia el oriente, enfrentando al copiloto.
En ese momento adoptaron posición de tiro, empuñaron las pistolas con ambas manos y rabiosamente dispararon contra el objetivo en marcha. Palma disparó cerca de seis tiros, al igual que Escobar. Mientras se alejaba el auto, Escobar cruzó la calle efectuando unos disparos al aire. Luego ambos corrieron por Regina Pacis hacia donde estaba estacionado el taxi Opala. Palma abordó el auto por el lado del copiloto, y Emilio se sentó al volante.
El vehículo en que escaparon los frentistas

Al día siguiente, el homicida Palma se reunió en horas de la noche en calle Walker Martínez con su par Escobar, quien le manifestó que traía felicitaciones de los jefes y que como reconocimiento podía mantener el arma que le habían facilitado en su poder.


Los Conflictos se Agudizan entre los delincuentes

Al momento de verificarse el crimen del Honorable Senador don Jaime Guzmán Errázuriz, el FMR concluía una etapa de consultas entre los  miembros de la banda,  con el objeto de definir y reactualizar sus acciones, dado el nuevo escenario en que debían actuar a contar de la elección de Patricio Aylwin.
En consecuencia, el atentado en contra del senador no contó con el apoyo unánime de todos los jefes de la organización delictiva. Esto explica que una vez cometido el asesinato, la dirección de la Organización delictiva en un primer momento y ante reiteradas consultas de sus jefes intermedios intermedia, desconociesen su autoría.

Así por ejemplo, el vocero de la banda Vasily Carrillo, consultado días después del atentado que costo la vida del Senador Jaime Guzmán ridículamente manifestó: "El Frente hoy esta abocado a un proceso de discusión para lo cual se encuentran realizando una consulta nacional en la que participan todos sus integrantes y por tanto no esta efectuando acciones armadas".

En tanto, al interior de la organización delictiva se replanteó con fuerza en esos días la versión de que fue la estructura de Mauricio Hernández Norambuena "alias Ramiro" la que habría cometido el crimen, con el objeto de evitar que se concretaran las intenciones de Sergio Galvarino Apablaza "alias Salvador" de replegarse.

La  versión del subcomisario de investigaciones y experto conocedor del FMR, Jorge Barraza, en la muerte del senador Guzmán fue fundamental la injerencia cubana: "En 1990 el Frente decide operarse de Jaime Guzmán y realizan toda una serie de chequeos y seguimientos, pero en la Dirección Nacional de ese grupo, el hecho fue considerado poco político y se pensó que tendría un efecto muy negativo sobre el Frente.

Pese a ello, la línea dura del grupo, y la mas influenciada por los cubanos, dictamina operar de todos modos, sobre todos contra quienes están involucrados en problemas de derechos humanos y que representen al Ejército. Por esto sostengo (dice el comisario) que la orden del asesinato emana de lo más profundo de la inteligencia cubana. Fue una decisión política, de un Estado sobre otro Estado. En ese minuto, para poder reanudar relaciones con Chile, Cuba necesitaba la aprobación de la derecha: había dos líderes: Don Andrés Allamand y don Jaime Guzmán. El señor Allamand no tenía problemas en reanudar relaciones con Cuba, pero el Senador Guzmán sí, era intransable, un hombre con el que no se podía conversar, porque incluso se opuso al indulto a los reos terroristas. Y en ese minuto de desesperación para la inteligencia cubana, el único camino era la eliminación física.

Ahí entra  Juan Gutiérrez Fischmann "alias el Chele" que es el nexo entre los cubanos y el FMR. El es quien decide el ajusticiamiento del señor Guzmán y lo coordina junto a Mauricio Hernández Norambuena, "alias Ramiro" a espaldas de Sergio Galvarino Apablaza " alias Salvador" y de los demás jefes delictivos. En lo referente a Gutiérrez "alias el Chele", hay una situación gravísima, porque el Gobierno le tiró la pelota a Investigaciones porque no querían comprometerse demasiado contra los cubanos, porque hay que recordar que el delincuente Juan Gutiérrez Fischmann " alias el Chele", pese a ser chileno, es y será un agente cubano.  Y que a los tres meses del homicidio se reanudaron las relaciones oficiales entre Chile y Cuba". Dejando de esta manera, abierto el camino para que establecieran las más prósperas relaciones comerciales entre los "nuevos empresarios" chilenos y los "empresarios cubanos".

Respecto de la investigación, que el mismo encabezó, Barraza agrega; "Sabíamos desde luego que Olea Gaona no tenía nada que ver, porque nosotros llegamos a los verdaderos autores.
Y para eso nuestra base fue aprender a pensar como los extremistas, seguimos su misma escuela de pensamiento.
En ese minuto, cuando Escobar le dice a Palma Salamanca que debe ser asesinado el Senador Jaime Guzmán, este delincuente político rechaza hacerlo por ser un Senador que no ha matado a nadie. Escobar le contesta que él es un "soldado" y debe hacer lo que le ordenen. Y le exige que lo acompañe en el hecho delictiva.
 Muchos otros jefes del FMR estaban en contra de un acto así, pero estaban en Concepción y entonces estos individuos (El grupo de Mauricio Hernández Norambuena "alias  Ramiro") actúan en Santiago.

Cuando los demás grupos lo saben, no pueden creerlo. Entonces sabemos que los responsables del crimen del Senador  Guzmán son Juan Gutiérrez Fischmann "alias el Chele" y Mauricio Hernández Norambuena "alias Ramiro" , por ser autores intelectuales de la operación; y Sergio Galvarino Apablaza "alias Salvador", como la cabeza visible del FMR, aunque poco habría tenido que ver en el tema, pues no estaba al tanto de la situación, teniendo que asumir la responsabilidad  de todas formas por ser el número uno de la banda".

Esta situación efectivamente creó un clima de conflicto entre los jefes de la banda que aparecían vinculados a la acción y aquellos cuya decisión había sido la de replegarse, quienes evidentemente se sintieron pasados a llevar. Incluso se dice que producto de esta desazón muchos comenzaron a prestar servicios como informantes del gobierno.

Hernán Vidal, director del Instituto de Ideologías de Minnesota, señala en relación a este punto lo siguiente: "Fue el asesinato del Senador Jaime Guzmán Errázuriz el que llevó al distanciamiento de la gran mayoría de los antiguos jefes que todavía pertenecían al FMR."
Esta tesis es confirmada por Domiciano Soto Tejías "alias el Taza", un antiguo terrorista: "Yo estaba con Sergio Galvarino Apablaza "alias Salvador" cuando pasó lo del Senador Guzmán y cuando nos enteramos nos sorprendió la noticia. A mí me pareció mal y desde ahí empecé a discrepar con los otros jefes".
Es un hecho que luego del alevoso asesinato del senador, el FMR sufrió nuevos fraccionamientos.
Esto sumado a las fuertes discrepancias de algunos sectores con la conducción de Apablaza "Alias Salvador", provocaron el éxodo de importantes cuadros terroristas, como Enrique Villanueva Molina, "alias  Eduardo", quien luego de marginarse de la organización pasó a formar la llamada "Asamblea Rodriguista", y mas tarde a ser agente de la "Oficina", el organismo gubernamental creado para acabar con los grupos extremistas.

A finales de los ochenta y por razones similares, el FMR ya había sufrido algunos fraccionamientos. Derivado de estos había surgido el Destacamento  Raúl Pellegrin (DRP), una facción encabezada por el terrorista Rodrigo Saa Gerbier, quien fue seguido de un pequeño grupo de militantes, los que optaron por una política bastante más militarizada.

Jorge Mateluna,  delincuente que emigró al Destacamento Raúl Pellegrin, explica el momento que en ese entonces se vivía en la Banda; "La dispersión  fue grande, unos se replegaron y desertaron, otros se fueron al exterior; un montón se quedaron sin dirección, no sabían para donde iba la micro. Pero el fuerte, el sustento ideológico  de la organización empezó a tambalear producto del alejamiento del pueblo".

Lo cierto es que sólo en diciembre de 1992, y con motivo de cumplirse el 9º aniversario de la "Banda", apareció publicada en "El Rodriguista" una entrevista efectuada a Sergio Galvarino Apablaza "alias Salvador", donde éste en forma clara y categórica despejaba las dudas, reivindicando el crimen del Senador don Jaime Guzmán Errázuriz en términos "totales y absolutos". Este reconocimiento fue analizado e interpretado al interior de la Banda delictiva como una estrategia de Apablaza "alias Salvador", para enfrentar el riesgo de que Mauricio Hernández Norambuena "alias Ramiro" y Juan Gutiérrez Fischmann "alias el Chele", frente a una eventuales cambios en las táctica y acciones de la Banda, hubiesen decidido formar otra nueva organización al margen de la ya existente.

Se trataba entonces de una hábil maniobra al mas puro estilo "Cosa Nostra"  de Apablaza, para no provocar una nueva división al interior de Grupo terrorista.
Para comprender la importancia que tenía para Apablaza "alias Salvador" el evitar un nuevo quiebre, es necesario considerar que ambos "jefes " ( Norambuena "alias Ramiro" y Gutiérrez "alias el Chele") eran vistos como grandes líderes al interior de la organización terrorista, por las apreciables ventajas que exhibían. Norambuena  tenía un grupo operativo muy leal, en tanto que Gutiérrez tenía contactos en Cuba y un muy buen manejo de las "finanzas" producto de las "apropiaciones" y los contactos financieros con los empresarios izquierdistas en Chile.

Se ha llegado a pensar que la reacción de  Apablaza fue tardía,  y el que objetivo que con ella perseguía no fue alcanzado, al leer las declaraciones efectuadas por éste último y por Gutiérrez a "El Rodriguista", reproducidas en el diario Las Ultimas Noticias.

En ellas, los frentistas calificaron al  asesinado Senador Guzmán como "uno de los principales autores intelectuales e ideólogos del Golpe de Estado y genocidio posterior. Más allá de los esfuerzos que hagan por presentarlo como un santo, siempre estuvo detrás de los actos criminales en contra del pueblo".

Luego y producto de la polémica originada respecto de la autoría y la decisión de asesinarlo, afirman que... "las versiones de que supuestos miembros de la Dirección no estuvieron de acuerdo con la acción, nada tiene que ver con la verdad... Esa operación, en particular, estuvo a cargo de nuestro compañero Mauricio Arenas Bejas, "alias Joaquín".

Asediado por las reiteradas consultas de los demás miembros del grupo terrorista, Hernández "alias Ramiro" aseguró haber realizado la acción con la autorización de todos los líderes de la organización y que particularmente había consultado el tema con Gutiérrez "alias el Chele", quien estuvo de acuerdo con el asesinato.
También afirmó haber contado con la autorización del Sergio Galvarino Apablaza " alias Salvador".

Respecto de las razones para elegir al Honorable Senador don Jaime Guzmán Errázuriz,  el jefe terrorista Mauricio Hernández Norambuena " alias Ramiro" indicó: "Guzmán era un anticomunista furibundo, líder máximo de la extrema derecha chilena e instigador del golpe militar de 1973. Después actuó como uno de los principales ideólogos de la dictadura".


®Diciembre 1994



Fuente: Documentado

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